Con el fin de afrontar los daños y dificultades que la sequía está causando a la agricultura, economía y sociedad de la isla, el Gobierno cubano ejecutará nuevos nuevos trasvases, presas, redes y sistemas de riego en el período de 2017-2020.
Según informaron representantes del ejecutivo cubano, las obras comprenden el aumento de la perforación de los pozos del sector agrícola y el incremento del aforo y número de pozos.
Durante los próximos cinco años, también debe finalizarse el arreglo y la adaptación de 29 embalses que se hallan actualmente subutilizados y otros 11 con problemas técnicos, indicó la presidenta del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), Inés María Chapman.
“Las proyecciones incluyen diversas ejecuciones para reducir las pérdidas del agua bombeada por los acueductos, mediante la rehabilitación de conductoras y redes de distribución, así como de las tuberías en el interior de las viviendas y las entidades estatales”, indicó Chapman.
Chapman aseguró que las inversiones en las plantas potabilizadoras y desalinizadoras continuarán, así como el fomentó del uso de energía renovable.
También el programa concibe la captación de aguas subterráneas profundas, a partir de estudios realizados en localidades del oriente del país, señaló.
A partir de 1960 el fenómeno de la sequía se ha hecho más fuerte y extenso, con consecuencias en la economía, la sociedad y el medio ambiente, estimó el máximo órgano del gobierno en la isla.
Datos de la primera quincena de diciembre señalan que en el 47% del territorio cubano presentó bajos índices de precipitación y las provincias más afectadas fueron Artemisa, Mayabeque y La Habana, ubicadas en el occidente, precisó la trabajadora estatal.
Hasta el momento, 137 municipios han sido declarados en situación de sequía con distintos grados de intensidad: 50 de ellos en estado severo e igual cifra en condición extrema, detalló.
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