La madrugada de este martes 26 de enero, a las 5:59AM hora local, la Estación Central del Servicio Sismológico Nacional de Cuba, detectó un nuevo sismo perceptible en el oriente del país.
El epicentro del sismo perceptible, número 38 desde el inicio de la inestabilidad sísmica el pasado 17 de enero, fue localizado en las coordenadas 19.67 de latitud norte y los 76.14 de longitud oeste, a 40 km al suroeste de la ciudad de Santiago de Cuba, con una profundidad de 5.0 km y una magnitud de 4.4 en la escala Richter. En esta ocasión, los temblores fueron sentidos en municipios de Granma y Santiago de Cuba.
En el momento de emitirse la nota por los medios cubanos, y como ha sido tendencia desde que comenzó la situación anómala que vive el Oriente del país, no se han reportado daños ni materiales ni humanos.
Según los expertos cubanos, las condiciones de anomalía sísmica continúan, por lo que aún no puede descartarse la ocurrencia de un episodio de mayor magnitud. Por el contrario, han entrado en juego dos nuevas variables que complejizan el panorama.
En tal sentido, Bladimir Moreno, director del CENAIS, especificó que:
Primero: ya tenemos dos enjambres de terremotos al mismo tiempo, pues se ha disparado otra serie muy cercana a la que se monitorea desde hace nueve días. Segundo: ha comenzado a oscilar el número de terremotos y sus magnitudes máximas. Unas veces decrece y otras aumenta. Por eso valoramos que el peligro sísmico ahora es mucho mayor que el primer día.
Santiago de Cuba constituye la zona más activa desde el punto de vista sísmico del país. La alta densidad poblacional y los problemas de estructura de algunas de sus edificaciones llaman a estar alertas ante ocurrencia de movimientos de mayor intensidad, en aras de reducir el alcance y los daños potenciales.
(Imagen tomada de Granma)
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