Poco antes de subirse al avión rumbo a Cuba, las autoridades de la isla le negaron el permiso de entrada al campeón mundial interino Luis Ortiz, quien venía por motivos familiares.
A pesar de los cambios para bien que han ocurrido en los últimos tiempos en la isla, las autoridades siguen castigando a los cubanos que no cumplen con ciertos requerimientos cuando abandonan el país.
El boxeador Luis Ortiz estaba a punto de subir al avión, cuando recibió la noticia de que le sería negada la entrada al país.
“No se me dio una explicación y fue todo muy triste, porque ya estábamos en el aeropuerto listos para abordar”, dijo Ortiz, según informe de ESPN. “En ese momento sentí como si me clavaran un puñal en el pecho. Estoy desesperado por ver a mi mamá”.
La regulación migratoria cubana establece que “podrán viajar temporalmente a Cuba profesionales de la salud y deportistas de alto rendimiento que abandonaron la misión, hicieron negativa de regreso o salieron ilegalmente del país posterior a 1990, siempre que hayan transcurrido más de ocho años del hecho que dio origen a la prohibición”.
Sin embargo, hace poco vinieron a Cuba, dentro de una delegación de la MLB, los peloteros Yasiel Puig, José Dariel Abreu y Brayan Peña, lo que supone una contradicción con esas rigurosas disposiciones.
Luis Ortiz abandonó el país por mar hace seis años, dos menos de lo que demanda la pena.
Con 36 años, el camagüeyano (24-0-0, 21 KO) posee actualmente el cinturón interino de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), que retuvo en diciembre de 2015 al fulminar a Bryant Jennings (19-2-0, 10 KOs) en siete rounds en el Turning Stone Resort & Casino de Nueva York. El año pasado, también por nocaut, había liquidado a Byron Polley (27-19-1, 12 KOs) y a Matías A. Vidondo (20-2-1, 18 KOs).
Su siguiente rival en el peso completo está aún por definir para su próxima pelea, ya fijada para el 5 de marzo. Sin embargo, sí se sabe que de retener la faja se enfrentaría al ruso Alexander Ustinov (33-1-0, 24 KOs).
Ortiz expresó que tal vez no sea él el mejor de la división, pero nadie quiere ese título tanto como él, y que “Después de tantas dificultades, las estrellas se han alineado para que este 2016 pueda finalmente llegar a lo más alto de la categoría. No me importan Tyson Fury ni Deontay Wilder. Creo sinceramente que puedo ganarles a los dos”.
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