Tras un largo recorrido por varias instituciones médicas del país, una embarazada colombiana ha conseguido que se le suspendiera su embarazo de casi ocho meses. Su sueño de ser madre por primera vez acabó en tragedia cuando se enteró que su bebé tenía serias malformaciones congénitas y microcefalia, esta última a causa del virus de zica.
En el mes de agosto fue a urgencias por un fuerte cuadro gripal, y tras una primera consulta, y otros síntomas que tenía, se pensó que era dengue. En estos momentos hubiera sido diferente el diagnóstico, pues se hubiera pensado que en verdad se trataba de zica y que el bebé podría estar expuesto a desarrollar microcefalia, pero en esos momentos se tenía poca información sobre el virus, y no estaba desatado el actual estado de emergencia en que vive el continente.
En los controles prenatales posteriores no se encontró ninguna alteración, hasta que en el mes de enero los especialistas determinaron que el bebé venía con problemas. Tras meditarlo, la joven decidió interrumpir su embarazo por estar dentro de las tres causas que permite la ley en Colombia. Sin embargo, dado el estado avanzado de gestación, ningún médico quiso hacerle el procedimiento, pues todos declararon objeción de conciencia.
Finalmente la joven se trasladó a Bogotá, donde en una clínica privada le fue practicado el procedimiento. Este caso ha puesto sobre la mesa el drama que representa la posibilidad del aborto como una medida terapeútica para las mujeres embarazadas, cuyos bebés hayan quedado expuestos al virus.
En opinión del Ministro de Salud de Colombia:
No hay certeza sobre qué tan comunes son las casos de microcefalia en mujeres embarazdas con zika e incluso la prevalencia podría ser menor a la que se ha dicho en los últimos días.
En opinión del ministro, que es defensor del aborto en cualquier circunstancia, esa sigue siendo una decisión que cada mujer debe tomar de acuerdo con un diagnóstico claro.
El aborto como medida preventiva general no aplica, ni creo que sea una recomendación plausible de salud pública. Es una decisión individual, no del Ministerio.
No es Colombia el único país que ha reabierto el debate sobre el aborto, pues se estima que en toda Latinoamérica se están disparando las cifras de abortos ilegales.
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