Es cada vez más común escuchar entre los cubanos que llevan muchos años viviendo fuera de Cuba ―ya sea en Estados Unidos, Europa o cualquier otro lugar― que tienen intenciones de “repatriarse” en la Isla.
El propósito de estos cubanos no es regresar a vivir en Cuba de manera permanente, sino lo justo para legalizar el estatus y poder realizar algunas inversiones dentro del país, o adquirir ciertos derechos que ahora mismo ya no tienen.
Entre esos trámites deseados: poder comprar casas, heredar viviendas y propiedades de los padres u otros familiares.
Aunque de momento se desconocen cifras exactas del número de cubanos que lo han hecho o tienen el proceso en marcha, la relajación de las políticas migratorias y económicas es una de las razones del creciente interés de los emigrados cubanos por regresar.
El proceso normal cuesta el equivalente a 100 dólares en sellos para iniciar el trámite, y demora entre 3 y 9 meses, aproximadamente.
Si se tiene en Cuba una casa donde ser recibido y se llega hasta el final del proceso, se recibe incluso un carnet de identidad.
Muchos deciden comprar una vivienda y quedarse todo el tiempo que quieran en Cuba, sin tener que pagar la molesta y costosa cuota que se exige a los cubanos que residen en el extranjero.
Esto es lo más parecido a un “viaje a la semilla”, pero ya convertido en flor…
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