Una nueva imagen comenzó a circular por las redes el pasado 22 de abril gracias al usuario Yem Senok, que ha reavivado el siempre presente debate sobre el mal uso y abuso a que son sometidos muchos animales.
Un elefante, de entre 40 y 45 años, Sambo, falleció el pasado viernes en Camboya a causa de un ataque al corazón, tras haber estado transportando a turistas en un trayecto de más de 40 minutos bajo temperaturas de hasta 40 grados.
El animal, que había estado durante 15 años transportando turistas al complejo religioso de Angkor Wat, “trabajaba” desde el año 2001 para la compañía Angkor Elephant, que cuenta con trece ejemplares más.
Como consecuencia de la muerte del animal, replicada y denunciada en las redes, se ha abierto una investigación policial para aclarar por qué el animal fue forzado a continuar transportando turistas pese a las altas temperaturas, la poca hidratación y la ausencia de viento.
La noticia replicada en los medios y en las redes, por su parte, pone en evidencia el maltrato a que son sometidos muchos animales por parte de individuos o empresas y la necesidad de poner fin a prácticas tan abusivas, que en casos como esto se hacen más mediáticas y visibles pero que ocurren en muchas zonas del mundo a diario, en silencio, con impunidad y en no pocas ocasiones con connivencia de quienes podrían detenerlas.
Una nueva campaña en la plataforma change.org para acabar con el empleo de elefantes para transportar turistas en el templo Angkor se encuentra actualmente activa y ha conseguido alcanzar 15 689 firmas de las 25 mil necesitadas
Imágenes tomadas de la publicación en Facebook de Yem Senok
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