El cierre del Festival internacional Musicabana, el 8 de mayo, tendrá como cabeza de cartel, junto con la dj Rashida y su homenaje al recientemente fallecido Prince, al músico norteamericano, para más señas de raíces jazzísticas, Trombone Shorty, considerado un auténtico baluarte de la música originada en Nueva Orleans.
Nominado a un premio Grammy en el exigente renglón de mejor álbum de jazz contemporáneo, este trombonista y trompetista adquirió disciplina académica en el New Orleans Center for Creative Arts, y es muy conocido por sus espectaculares actuaciones en las cuales combina géneros aparentemente irreconciliables como el Jazz y el Hip Hip, el rock y el funk.
Llamado realmente Troy Andrews, y nacido en Nueva Orleans en 1986, el músico virtuoso, show man, instrumentista, filántropo y productor adoptó el apelativo escénico de Trombone Shorty, y sus actuaciones han sido comparadas nada menos que con las de Jimi Hendrix y James Brown, aunque todos los especialistas insisten en que Troy "Trombone Shorty" Andrews es un producto único y típico de la ciudad sureña donde se originó, creció y floreció el jazz.
El reconocido músico es también lider y solista de la banda Trombone Shorty & Orleans Avenue, especializada en una peculiar fusión, como ya dijimos, de funk, rock, jazz y hip-hop entre otros, aunque a este estilo suele llamársele Jazz-funk y se originó en los años setenta a partir del fuerte Groove, y la utilización de sonidos electrónicos con sonidos de jazz.
En este estilo se ha movido Trombone Shorty, en una línea desarrollada por clásicos como Herbie Hancock, David Axelrod, George Benson, The Crusaders, Eumir Deodato, e incluso los más comerciales Kool & The Gang.
De añadirse también que Trombone Shorty acompañó al divo británico Rob Stewart en el exitosísimo álbum de estudio, de villancicos y música soul, Merry Christmas, Baby, de 2012, en el corte que precisamente le da título al álbum, Merry Christmas, Baby, junto con el cantante rapero Cee Lo Green.
Esta es la primera edición del Festival Musicabana, que pretende establecer puentes entre la música cubana y otras sonoridades del mundo. Hay funciones en el Salón Rosado de la Tropical y la Fábrica de Arte Cubano, principalmente, y esta vez participan músicos de varios países, sobre todo norteamericanos, franceses, canadienses, y por supuesto, cubanos.
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