Las cifras del cultivo del tabaco en Cuba parecen ser desalentadoras, más aún en un contexto donde la isla podría abrirse de lleno y prontamente a la comercialización de este exquisito producto hacia EE.UU, en vistas a un posible levantamiento del embargo económico, así lo apuntó este lunes un reportaje del diario argentino La Nación.
Entre los años 2009 y 2014, la cantidad de tabaco cultivado en la mayor de las Antillas disminuyó 65%, a 8.795 hectáreas, y la producción anual descendió 21%, a unas 20.000 toneladas.
De la misma forma, la isla exportó 91 millones de habanos en el 2014, un declive de 58% en relación al 2006, según indican los datos más recientes de la Oficina Nacional de Estadística e Información, recogidas por el medio.
Arbustos de marabú cubren 20 hectáreas de tierra fértil que solían estar cubiertas con plantaciones de tabaco junto a la finca de Frank Robaina, miembro de una de las principales familias tabacaleras del país. “Muchos cultivadores han decidido que no vale la pena sembrar tabaco”, dijo al diario.
Ello se debe fundamentalmente a que los cultivadores no siempre reciben los insumos necesarios como fertilizantes o combustible, por parte de las cooperativas respaldadas por el Estado. Y el gobierno, aseguró, compra todo el tabaco producido, paga muy poco en relación con otros cultivos.
Sin embargo, la tabacalera estatal Tabacuba ha implementado medidas para elevar la producción anual en un 20% durante los próximos 5 años, dentro de las cuales se incluyen ofertar pagos más altos por las hojas de tabaco secas y capacitación para más trabajadores en el arte de enrollar puros a mano.
Por su parte, Inocente Núñez Blanco, copresidente de Corporación Habanos S.A., comercializadora conjunta entre el gobierno cubano y la tabacalera británica Imperial Brands PLC, afirma que la compañía se está esforzando para satisfacer el previsto aumento de la demanda.
Aunque solo son cubanos el 3% de los cigarros de alta calidad consumidos en EE.UU (mayor mercado mundial de cigarros con ventas anuales de 4 mil millones de dólares), según Habanos, el fin del embargo elevaría ese porcentaje hasta 30%, lo que aumentaría en hasta 60% sus ingresos, el equivalente a 680 millones de dólares.
En Cuba, el gobierno controla cada aspecto de la producción, apunta el periódico. “Canaliza los insumos que necesitan los cultivadores a través de las cooperativas agrícolas, que, según los tabacaleros, establecen cuotas para los miembros y retienen 2% de los ingresos”, destaca.
Asimismo, compra toda la cosecha y la envía a unas 40 plantas donde las hojas son enrolladas en puros para exportar. La empresa Habanos, en acuerdo de 100 años de sociedad exclusiva con Imperial, es la encargada posteriormente de vender el producto final alrededor del mundo.
Imagen tomada de: www.cursodecocteles.com
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