Cuba anunció este martes que legalizará las pequeñas y medianas empresas privadas, una medida que podría ampliar significativamente el espacio permitido para la iniciativa privada en la Isla.
Hasta ahora, el gobierno había permitido que la “iniciativa privada” fructificara solamente a través de los trabajadores por cuenta propia en varios grupos de categorías establecidas, muchas de ellas bastante raras o inusuales.
A pesar de que la categoría de “cuentapropismo” ha sido la empleada por el Gobierno cubano, lo cierto es que muchos de esos "cuentapropistas" se han convertido en propietarios de pequeñas empresas, que a su vez emplean a otros trabajadores.
Sin embargo, existen muchas quejas sobre las dificultades para gestionar un negocio que funciona como una empresa, en un sistema que en realidad no las reconoce oficialmente.
Según cita ABCNews, a menudo existen funcionarios cubanos que se involucran en la represión de negocios exitosos en Cuba, por supuestas violaciones de las normas establecidas en el “cuentapropismo”.
Documentos del PCC publicados este martes indican que la nueva propuesta del Estado admite “pequeños negocios realizados por el trabajador y su familia” y “empresas privadas de mediana, pequeña y micro escalas, según el volumen de actividad”, expresa uno de los dos textos.
Los documentos dicen que serán reconocidas las tres categorías de negocio como entidades legales separadas de sus propietarios, lo que implica un grado de protección que no ha existido hasta el momento para los trabajadores autónomos.
"La propiedad privada de ciertos medios de producción contribuye al empleo, la eficiencia económica y el bienestar, en un contexto en el que predominan las relaciones de propiedad socialista”.
Este es un paso tremendamente importante
dijo Alfonso Valentin Larrea Barroso, director general de Scenius, una firma de consultoría económica en La Habana.
Están creando, en términos legales, el sector no estatal de la economía.
Precisó, además, que alrededor de 6.000 pequeñas y medianas empresas ahora operan bajo las licencias de los trabajadores autónomos.
En opinión de Barroso, esto les impide la mayoría de las relaciones con el Estado cubano, que mantiene monopolios ineficientes de importación y exportación.
Como resultado, la mayoría de las empresas privadas se ven obligadas a comprar los escasos suministros en tiendas estatales o en el mercado negro, haciendo subir los precios a los cubanos. Otros pagan redes de "mulas" para las mercancías de importación, en el equipaje facturado de un avión, añadiendo enormes costos y demoras.
Larrea Barroso opina que la empresa privada legalmente reconocida sería capaz de tratar, de manera oficial, con los importadores y exportadores del Estado, lo que les permitiría obtener productos al por mayor más baratos y eficientes. Y añadió:
Es un paso necesario.
Las reformas iniciadas por Raúl Castro, después que se convirtió en presidente en 2008, han permitido que alrededor de medio millón de cubanos trabaje en el sector privado a pesar de los muchos límites al auto-empleo. Nuevas categorías de pequeñas y medianas empresas crearían el potencial para crear muchos más puestos de trabajo en el sector privado.
(Imagen tomada de lahabana)
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