Los últimos acontecimientos vinculados a la crisis migratoria cubana en México, las Islas Cayman, Turbo (Colombia) o el faro American Shoal Light, en los Cayos de Florida; ha llevado a los inmigrantes cubanos a explorar nuevas rutas para llegar a Estados Unidos.
Nuevo Rocafuerte, población ecuatoriana a orillas del río Napo, ha pasado a ser una nueva vía a tenor de los últimos datos aportados por los políticos locales. Según Rony Cox, teniente político del cantón Aguarico, entre el 11 de abril y el 19 de junio fueron detenidos 72 emigrantes indocumentados. Y entre diciembre del 2015 y enero de este año se arrestaron otros 77 extranjeros sin visas. En total, se han registrado a 149 extranjeros sin papeles, la mayoría procedentes de la Isla.
El aumento de la llegada de embarcaciones precarias con inmigrantes irregulares coincide con la medida de la Cancillería ecuatoriana, en diciembre de 2015, de exigir la visa para los ciudadanos de Cuba. De hecho, en Nuevo Rocafuerte se ha detectado la entrada de, al menos, ocho inmigrantes por semana.
Los controles permanentes parecen no ser suficientes, ya que según aseguró el jefe de la Policía de Nuevo Rocafuerte, Xavier Villacís; el río Napo es una zona muy penetrable debido a sus 400 metros de ancho y porque además está rodeado de una profunda selva.
Según el diario El Comercio, las pesquisas han llevado a conocer que los cubanos zarpan desde Cabo Pantoja, la última población de Perú como país vecino.
¿Qué ha cambiado en la política migratoria ecuatoriana?
En 2008 el Gobierno de Ecuador decidió liberar las fronteras y eliminar el visado. En 2015, Migración detectó el ingreso más alto de cubanos en los últimos cinco años, con 73.475. Del total 47.565 registraron su salida, mientras que del resto se desconoce cuáles fueron sus siguientes pasos.
Para el representante del Comité de Derechos Humanos en El Coca, Xavier Solís, se ha producido un importante aumento de las rutas por el río Napo. El trayecto que hacen los caribeños hacia Nuevo Rocafuerte dura cinco meses desde su salida de La Habana.
Par salir de la capital cubna ya pagan 5.000 dólares a las personas que les consiguen el traslado. Su primer alto en el camino es Georgetown, la capital de Guayana. Desde ahí, el viaje se hace por tierra hasta llegar a las ciudades brasileñas de Boa Vista, al norte, y a Manaos, en el corazón de la selva amazónica.
La travesía desde tierras brasileñas hasta Perú dura un mes. Para María Elena, cubana de 46 años, este trayecto es el más peligroso, tal y como recoge El Comercio. "Nos robaron, nos dispararon e incluso a las mujeres intentaron violarlas", aseguró.
Ella emprendió el viaje con un grupo de 13 personas, pero en el camino por error se metieron en Colombia y fueron privados de su libertad por grupos armados del país.
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