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Topes de precios en Guantánamo convierte el transporte en “situación caótica”

Luego de los límites impuestos por el gobierno cubano a las tarifas del transporte no estatal en la isla, choferes de vehículos particulares agudizan el panorama mediante “huelgas secretas” y desviaciones de sus convenidas rutas. Como siempre, el mayor afectado termina siendo el ciudadano de a pie.

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Este artículo es de hace 7 años

Luego de los límites impuestos por el gobierno cubano a las tarifas del transporte no estatal en la isla, choferes de vehículos particulares agudizan el panorama mediante “huelgas secretas” y desviaciones de sus convenidas rutas. Como siempre, el mayor afectado termina siendo el ciudadano de a pie.

De ello se hizo eco hoy también el medio independiente Diario de Cuba con un reportaje centrado en la oriental provincia de Guantánamo. Allí, los viajeros que recurren al transporte privado para llegar a los distintos municipios de la región, deben esperar largos períodos de tiempo en las paradas y puntos de recogida, pues los choferes han decidido dejar de trabajar.

"Esta semana la situación ha estado crítica porque los choferes de las camionetas que cargan para Caimanera, Cayamo, Hatibonico y otras partes dejaron de trabajar", dijo un hombre que esperaba en la parada de ómnibus hacia los municipios Caimanera y Manuel Tames, relata la publicación.

De acuerdo con la fuente, hasta hace muy poco el litro de petróleo alcanzaba en la calle (mercado negro) de cinco a ocho pesos en moneda nacional y “ahora no lo encuentras por menos de 15 pesos", añadió.

El alza la suscitó el recorte de los suministros de combustible que administra el gobierno cubano a centros estatales, ello ocasionó además que los boteros subieran los precios del pasaje.
Según DDC, los transportistas alegan que no pueden pagar los altos precios de las gasolineras de la estatal CUPET, dar mantenimiento a sus vehículos y a la vez cobrar un pasaje razonable a los usuarios.

"La situación es caótica”, dijo un pasajero al diario. “No hay quien viaje y lo peor de todo es que yo trabajo aquí, en Guantánamo.Tengo que venir inventando y de madrugada prácticamente, y yo sí no puedo dejar de trabajar porque tengo una familia que mantener", acotó.

De igual forma, un transportista o botero que frecuenta las rutas referidas, confiesa que prefiere no trabajar, pues “no le da la cuenta”.

"Tengo que comprar el combustible caro en el CUPET, porque si no, cuando me pidan el comprobante y no corresponda con la cantidad que tengo en el tanque, me van a poner una multa. Esto que está sucediendo hoy con los choferes, es un problema que afecta a todos", dijo al medio, pidiendo el anonimato.

"Si tienes que pagar el petróleo a altos precios, no puedes buscar alternativas porque te multan y, además, no puedes subir el valor del pasaje y mantienen los impuestos por el cielo, eres un esclavo moderno", concluyó.

Imagen tomada de: Martí Noticias

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