Excubanos somos los que mantenemos los “logros” de la revolución Cubana, sin un solo agradecimiento

Durante casi 60 años entre uno y dos millones de Cubanos han decidido emigrar de Cuba. Las razones son miles, pero por encima de todo hay una razón política, esa que impide en la isla expresarse libremente, crear un negocio, prosperar económicamente, tener un contrato deportivo en el extranjero o cualquier otra cosa que cada cual quisiera hacer (siempre que no afecte a otras personas). En Cuba TODO, así con mayúsculas, está o ha estado prohibido. Una vez alguien me comento que si querías ver cuan represivo era el gobierno cubano solo tenías que intentar nadar contra-corriente.

Todos los que salimos de Cuba dejamos a alguien detrás, padres, hermanos, hijos, primos, o amigos de la infancia, con los que tenemos una obligación moral o a los que deseamos ayudar. Muchos de nosotros, desde el primer cubano que salió en 1959 hasta los que salieron durante los últimos años, enviamos remesas a Cuba y este dinero que primeramente está destinado a ayudar a nuestras familias va a parar inexorablemente al estado cubano, pues es este el suministrador único y final de la inmensa mayoría de productos de consumo en la isla.

Mediante las TRD (tiendas de recaudación de divisas) y otras “cadenas” de tiendas (que al final tienen un solo dueño) nuestras remesas pasan a engrosar las arcas ¿públicas? o alguna cuenta bancaria en Suiza. Es de todos conocido el abusivo margen de venta que tienen todos los productos ofertados, basta comparar el precio de cualquier mercancía con una equivalente en un país similar, desde una botella de aceite, hasta un automóvil Peugeot. La cuantía del atraco es tan obvia que duele.

Millones de excubanos, como nos clasificara el señor Randy Alonso,mantenemos la revolución, sus “logros”, y las prebendas que disfrutan los miembros de su elite. Según datos compilados por The Havana Consulting Group, las remesas se han convertido en la principal fuente de divisas de Cuba, llegando a superar al turismo, a la tan cacareada exportación de servicios médicos, al níquel, el tabaco y a lo que aún exporta nuestra ruinosa industria azucarera.

¿Cuánto dinero se ha enviado a Cuba para establecer paladares, y miles de otros negocios por cuenta propia que hoy luchan por prosperar en un sistema adverso y opuesto a la prosperidad personal? Negocios que a pesar de estar permitidos para solo algunas actividades, ya generan mas de 500.000 empleos en la isla. Y son cubanos que radicamos fuera quienes enviamos ese dinero, cubanos que aún hoy tenemos prohibido crear negocios en Cuba, poseer o comprar una vivienda, y muchas más cosas a las que tenemos un derecho inalienable por el hecho de haber nacido en la isla.

Entonces, ¿quiénes somos mas cubanos? Los que se dedican a lanzar descalificaciones y ofensas aún a estas alturas _afortunadamente los actos de repudio, manifestaciones y gritos de “Gusanos Fuera” son cosa del pasado_ los que impiden a los cubanos prosperar en la isla, o nosotros, los que a pesar de todo seguimos enviando cada mes nuestras remesas, para ayudar a nuestras familias, e indirectamente mantener nuestro país?

¿No cree usted señor Randy Alonso, que en vez de ofensas, nos merecemos un agradecimiento por poner comida en su mesa y gasolina en su auto? No ha habido de parte de las autoridades cubanas ni una sola frase de agradecimiento en estos 56 años, y parece que a estas alturas que no habrá una disculpa al desatino de llamarnos excubanos.

No hay nada peor que morder la mano que te da de comer.