¡Y salió Marco Rubio!

¡Marco Rubio ha ganado las primarias en la Florida!

Así, aunque sin signos de admiración, lo reflejaba hace unos instantes un despacho de la agencia Reuters, en lo que supone para muchos, una especie de novela sin suspense, o suspense que no es novela, porque la popularidad de Rubio, en la Florida, es tan baja, que ni siquiera pudo vencer a Donald Trump en la carrera presidencial, aquí en el estado del Sol, donde es oriundo - y Senador - Rubio.

¡Qué hablamos de vencer! Hablemos de derrota, y bien aplastante por cierto.

Pues bien, digamoslo con claridad meridiana: Marco Rubio, quien se retiró de la carrera presidencial republicana a principios de este año, fue elegido como el candidato del Partido Republicano para un segundo mandato en el senado estadounidense, por el estado de la Florida, de acuerdo con AP.

En buen cubano, Rubio "cogió mango bajito" con un político novato de nombre Carlos Beruff.

Rubio, ahora, podría enfrentar a Patrick Murphy, el representante demócrata, que es el favorito para ganar la contienda por la candidatura de su partido, en las elecciones del 8 de noviembre.

¿Cómo ganó Rubio? ¿Quién votó por él?

Sería bueno que alguien respondiera esas preguntas, porque su popularidad es tan baja en la Florida, la opinión que tiene la inmensa mayoría de quienes le vieron caer ante las bajezas y trapos de cocina sucios sacados por Trump, y quienes luego le vieron caer más bajo al decir que "había que apoyar a Trump", no se explican que acaba de suceder; aunque algo está claro: los 5,5 millones de dólares que tenía recaudados le valieron de mucho.

Quizás estas elecciones en la Florida se parezcan cada día más a aquellas que conocimos en Cuba, en que luego de elegir a un delegado en el barrio, el embudo político se encargaba de hacernos votar luego por candidatos que ni conocíamos, los cuales se encargaban de elegir posteriormente casi siempre a los mismos de siempre.

¿Quién habrá aprendido de quién?