En el último año, la progresiva normalización de las relaciones bilaterales entre Cuba y Estados Unidos, ha aumentado la preocupación entre los cubanos deseosos de migrar hacia EE.UU. ¿El motivo? Que sea eliminada la Ley de Ajuste Cubano, cuyas ventajas son harto conocidas.
Eso ha propiciado que aumente considerablemente el volumen de cubanos que optan por lanzarse al mar con el propósito de llegar directamente a Estados Unidos, a México (tránsito razonablemente fácil, al menos hasta hace unos meses), o incluso quienes se plantean llegar a cualquier país del Caribe, que les sirva de puente.
No obstante, en no pocos casos el arribo a costas caribeñas no es intencionado, sino simplemente cuestión de azar climatológico, que acaba apartando a los balseros de su destino inicial.
Por ello es frecuente, en los últimos tiempos, escuchar noticias que describen el arribo de cubanos a costas puertorriqueñas, de Trinidad y Tobago o de Islas Caimán.
Justamente, una noticia publicada en el diario Cayman Compass da cuenta de un total de 82 migrantes cubanos que están siendo alojados en varios lugares de Gran Caimán.
El último grupo, de 8 migrantes, fueron rescatados en altamar por un buque pasado martes 13 de septiembre.
En este último caso, los balseros explicaron que estaban varados en el mar desde cuatro días antes, después de haber experimentado problemas con el motor de su improvisada embarcación.
A ese incidente se suma uno anterior, el 9 de septiembre, cuando 15 migrantes fueron detenidos por agentes de migración de ese país, tras haber penetrado en aguas locales.
Muchos de estos grupos de balseros perdidos intentan retomar su ruta hacia Estados Unidos, un destino prometido y deseado que, desgraciadamente, no siempre tiene un final feliz.
Lo cierto es que, de momento, 82 migrantes cubanos se encuentran varados en Islas Caimán, y no saben qué pasará con ellos.
Es muy probable que acabe en repatriación, mientras tanto, el Gobierno de las Islas Caimán es responsable de asegurarse de que esos cubanos pueden acceder a los recursos necesarios para la salud y el bienestar durante su detención. Eso incluye alimentos, ropa y tratamiento médico.
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