Durante 48 horas, las autoridades de Alemania buscaron desesperadamente a un presunto islamista que ―según informaron medios de Inteligencia― podía atentar en trenes, en aeropuertos o en zonas bien concurridas del país germano.
Sin embargo, fue finalmente Mohammed, un refugiado sirio de 36 años, quien al darse cuenta de que el terrorista buscado era Jaber Albakr, conocido suyo, lo ató de pies y manos con ayuda de otros sirios, y lo entregó a las autoridades.
Aunque la policía alemana no quiso revelar en un inicio quiénes contribuyeron a la captura, el propio Mohammed acabó contando la historia al diario Bild.
Historia que tal vez contribuya, también, a despejar ese mar de negatividad y crítica que muchos en Alemania ven en torno a los sirios que han sido alojados en el país.
Jaber Albakr era vigilado ya por la policía, sin embargo, a última hora, cuando parecía que ya lo tenía todo listo para atentar, consiguió huir en la mañana del pasado sábado.
Poco después escribió en un chat de refugiados sirios que estaba en la estación de tren de Leipzig ―a unos 85 kilómetros de su casa― y que buscaba sitio para dormir.
Mohammed ―según ha relatado a Bild― fue con unos amigos hasta la estación, lo recogieron, comieron y lo llevaron a casa de un colega donde podía pasar la noche.
Al día siguiente, incluso Mohammed aceptó raparle la cabeza, porque trabajó como barbero en el pasado y conoce el oficio.
Sin embargo, poco después un amigo vio en Facebook la fotografía de Albakr que circulaba en las redes sociales, y el dato de que que era buscado por la policía.
Entre los todos los amigos sirios, cuando ya no tenían dudas, lo ataron de pies y manos con cables y con lo que encontraron, una imagen que ha reproducido el citado diario alemán.
Mohammed ha explicado que el presunto terrorista les ofreció 1200 dólares que tenía guardados en la mochila, donde también había un cuchillo.
No obstante, Mohammed y sus compañeros no tuvieron dudas sobre lo que debían hacer: "Estoy tan agradecido a Alemania por habernos acogido. No podíamos permitir que hiciera algo a los alemanes", aseguró el refugiado, que ha explicado además que dejó su país huyendo del Estado Islámico.
Tras anunciarse la detención, la Cancillería felicitó a las fuerzas de seguridad por su trabajo, y Ulrike Demmer (portavoz adjunta del Ejecutivo), dijo en rueda de prensa:
“Nuestro agradecimiento y reconocimiento también al ciudadano sirio que informó a la policía sobre el paradero del sospechoso y contribuyó así de forma decisiva a su detención”.
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