El presidente de Cuba, Raúl Castro, se desplazó recientemente a la parte oriental del país para inspeccionar en persona los daños ocasionados por el huracán Matthew.
El dirigente llegó hasta las zonas devastadas con, al menos, dos automóviles de alta gama. Concretamente dos BMW X5 presuntamente blindados, cuyo valor está cerca de los 100.000 dólares mientras que en el mercado oficial cubano podrían estar en torno a los 1,3 millones de dólares, teniendo en cuenta que un carro de marca Peugeot 508 cuesta 262.000 dólares en el mercado de Cuba.
Este exclusivo carro, aunque pertenece a una marca alemana, se fabrica en Estados Unidos en una industria ubicada en South Carolina. En este caso sería lícito preguntarse cómo se adquirió este automóvil con un embargo económico por el medio.
De esta forma se amplía la flota de vehículos del máximo responsable de la mayor de las Antillas, lo que contrasta con los carros que utilizaba Fidel Castro en sus visitas a zonas catastróficas.
Así se aprecia en las imágenes ofrecidas por la TV Cubana, en un momento en que el hermano de Fidel Castro estrechaba las manos y saludaba a residentes en el oriente cubano.
Esta imagen con los automóviles de lujo coincidió con el anuncio del Gobierno de la Isla de financiar el 50% de la reconstrucción de hogares tras el paso del ciclón.
En concreto se comunicó que se sufragarían la mitad del gasto en materiales de construcción a todos los ciudadanos que se quedaron sin casa fruto del fenómeno meteorológico.
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