El 10 de diciembre próximo, el rostro bohemio y el sempiterno sombrero de Bob Dylan no serán vistos en la ceremonia de entrega de los Premios Nobel, con sede en Estocolmo, Suecia.
Según una misiva, Dylan ya tiene "compromisos previos contraídos anteriormente."
No obstante, el músico agradeció el gesto y dijo que "se sentía honrado por tal distinción" y que "hubiese deseado poder recibirlo en persona".
El hecho fue dado a conocer este miércoles, por la Academia Sueca, quien dio lectura a la carta enviada por el artista.
La Academia aclaró que "el premio le sigue correspondiendo a Dylan", y dijo además que espera este cumpla con el único requisito que se le exige: dictar una conferencia en los próximos seis meses posterior a la entrega del Premio.
En la misiva, Dylan no hace referencia a si dictará o no dictará -al menos una- conferencia posterior al 10 de diciembre de 2016.
No será la primera ocasión en que un premiado no asiste al otorgamiento de tal distinción, considerada la más alta de todas las condecoraciones existentes en el mundo.
En los años 2005 y 2007, Harold Pinter y Doris Lessing declinaron participar en tales actos.
El silencio de Dylan, luego del anuncio como ganador, ya había sido interpretado como una "arrogancia" por parte de algunos miembros de la Aacademia Sueca.
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