Los migrantes cubanos varados en Panamá asisten, desde la distancia y con resignación, a la muerte de Fidel Castro sabedores de que su situación no cambiará.
El testimonio de uno de ellos es claro. "Lo que sí no podemos es regresar a Cuba, porque allí sí nuestros hijos no tienen futuro", explicó un inmigrante a 'Diario de Cuba'.
La noticia, que la conocieron en el albergue de Cáritas con la ayuda de internet, fue acogida con una mezcla de alegría y tristeza. "Yo no me alegro de la muerte de ningún ser humano, pero la verdad es que no cambia nada para nosotros", confesó un ciudadana de la isla.
Para la gran mayoría de estos emigrantes los motivos que les llevaron a marcharse de la mayor de las Antillas siguen estando presentes. "La necesidad de salir corriendo de nuestro país aunque pasemos por todos estos sufrimientos se la debemos al comandante", afirmaron desde el centro de acogida.
Por su parte los funcionarios y políticos de Panamá transmitieron su mensaje de pésame ante el deceso del ex mandatario. En esta línea la embajada de Cuba en territorio panameño optó por colgar carteles en los exteriores en homenaje a Castro.
En este sentido la diplomacia de la isla en el país centroamericano habilitó un libro de condolencias para rendir tributo a Fidel Castro.
Para la gran parte de estos migrantes el miedo marca su día a día buscando llegar a Estados Unidos con la Ley de Ajuste Cubano como ansiado premio.
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