Finalmente terminó el misterio: Donald Trump fue ratificado como presidente electo por pàrte de los Oficiales Electorales representantes de todos los estados de la nación. Quedaron sepultadas, así, las esperanzas que algunos seguidores de Hillary Clinton albergaban aún de llegara a la presidencia mediante un "ardid legal" que jamás se han puesto en práctica en los Estados Unidos.
Trump superó los 270 votos necesarios en el Colegio Electoral, lo que constituye el siguiente paso en el proceso oficial para convertirse en Presidente. Estos resultados, serán oficialmente certificados el 6 de enero durante una sesión conjunta del Congreso.
En noviembre, Trump vención por 306 votos electorales contra 232 de su rival Hillary Clinton, aunque esta ganó a nivel nacional en mayor cantidad de votos populares con una diferencia de 3 millones.
Ahora, le tocaba el turno a los 538 oficiales que deberían certificar si lo ocurrido en noviembre en sus estados era lo que sus electores querían.
Y este lunes "arrancó" con protestas por todo el país. Desde bien temprano en la mañana electores "decepcionados" imploraban más que milagros para que los oficiales electorales dieran atrás al triunfo electoral de Trump en noviembre, pero esto nunca sucedió.
Las protestas eran la última oportunidad para detener el camino de Trump hacia la presidencia, una invocación a esos llamados "electores infieles", que si bien han existido, nunca han podido darle vueltas a un resultado electoral.
Para que Clinton se erigiese ganadora, 37 "infieles" tendrían que darle la espalda a Trump e irse por Hillary. Algo casi que improbable.
Todavía queda una "objeción" el 6 de enero, pero dado lo sucedido en el día de hoy, se presenta no improbable sino casi que imposible.
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