La actriz estadounidense Carrie Fisher, un ícono universal de la cultura y el cine contemporáneo, murió este martes a los 60 años de edad, luego de ser ingresada por un ataque cardíaco que la sorprendió en pleno vuelo hacia Los Ángeles el pasado viernes.
Conocida mundialmente como la Princesa Leia Organa, personaje estrella en la legendaria saga de Star Wars, Carrie Fisher se convirtió desde 1977 en una de las figuras más emblemáticas del cine de ciencia ficción junto a Mark Hamill (Luke Skywalker), Harrison Ford (Han Solo) y James Earl Jones (Darth Vader).
La noticia de su fallecimiento la dio a conocer el portavoz de la familia de Fisher, quien comunicó hoy a la prensa que "con una tristeza muy profunda, Billie Lourd (hija de Carrie) confirmó que su amada madre Carrie Fisher falleció a las 8:55 de esta mañana”.
“Ella era amada por el mundo y ella se extrañará profundamente. Nuestra familia entera le agradece por sus pensamientos y oraciones", acotó la nota de la familia citada por la revista People.
Millones de amantes de las famosas entregas de George Lucas alrededor del orbe lloran hoy la muerte de Carrie, quien no solo protagonizó una época trascendental para el séptimo arte, sino que encarnó además a uno de los íconos más queridos de la cultura popular.
Su célebre peinado a trenzas y su actitud beligerante ante las injusticias del universo se quedaron en el imaginario compartido de todos los cinéfilos del mundo, quienes de seguro celebran que la talentosa actriz pudiera aparecer en la última película de Star Wars (The Force Awakens) así como en el spin off de Rogue One, estrenada recientemente y donde hace una aparición computarizada.
Como la Princesa Leia Organa, Fisher participó en Una Nueva Esparanza (1977), interpretación que repitió en las clásicas continuaciones El Imperio contraataca (1980) y El retorno del Jedi (1983).
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