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Habaguanex S. A. ya es definitivamente historia tras ser absorbida por las corporaciones CIMEX y TRD Caribe, ambas pertenecientes al consorcio militar GAESA, según informó 'Diario de Cuba'.
El entramado comercial fundado por Eusebio Leal y administrado por la Oficina del Historiador de la Ciudad de la Habana (OHCH) ha ido cambiando de manos de forma progresiva y casi en silencio.
De hecho, según el citado medio, en los primeros días de 2017 las puertas de las tiendas minoristas en los municipios Habana Vieja y Centro Habana se encontraban "cerrados por inventario", en una señal de "cambio de dueño".
Las consecuencias las han pagado los vecinos, que se han visto obligados a emprender largos caminos para comprar provisiones en otras tiendas.
El estallido de la corrupción: el principio del fin
El detonante que dejó tocado a Habaguanex fue el escándalo de corrupción de la cervecera La Factoría, situada en la Plaza Vieja, en 2012.
Su gerente fue acusado de enriquecimiento ilícito y venta de estupefacientes en el propio establecimiento, además de liderar una trama para el suministro clandestino de víveres a los restaurantes, en una red corrupta en la también resultó implicado el jefe de los almacenes centrales de la Oficina del Historiador.
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La investigación policial apuntó al entonces director general de la empresa, Meyci Wess, a quién se acusó de liderar una mafia que hostigaba a los trabajadores que se negaban a formar parte del entramado corrupto.
Según 'Diario de Cuba', los ejecutivos colaboradores de Wess, la cual fue condenada a prisión domiciliaria, llegaron a realizar estafas millonarias.
La corrupción traspasó los límites de esta corporación y terminó por salpicar a letrados y fiscales del municipio de Habana Vieja, que fueron sobornados y procesados por un supuesto delito de cohecho.
Habaguanex se integraba dentro de un modelo de autogestión dirigido a captar divisas para la reconstrucción del Centro Histórico de la Ciudad.
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