La rueda de prensa conjunta del presidente norteamericano Donald Trump y del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, generó gran expectación por el posicionamiento distinto que ambos mandatarios tienen en relación con varios temas. No obstante, medios de prensa insisten en destacar que este primer encuentro ha resultado moderado y respetuoso, pese a seguir marcando las diferencias.
Como era de esperar, uno de los temas por el que preguntaron al presidente norteamericano fue el lanzamiento ―por parte del Gobierno de Corea del Norte― de un misil balístico que cayó sobre el mar de Japón ayer domingo, 12 de febrero.
El lanzamiento ha sido considerado como la primera provocación militar del régimen norcoreano desde que Donald Trump fuera investido como presidente, el pasado 20 de enero.
Trump, en la conferencia de prensa, fue categórico:
"Obviamente, Corea del Norte es un gran problema y vamos a tratarlo de forma muy contundente”.
El lanzamiento ha sido interpretado como un peligroso gesto que coincidió (no por casualidad) con el encuentro que sostuvieron el pasado fin de semana el primer ministro japonés, Shinzo Abe, y Donald Trump, en Florida.
Meses atrás, curiosamente, Corea del Norte apoyaba al entonces candidato republicano a la presidencia de EE.UU., Donald Trump, al que describía como "profético" y "político inteligente".
DPRK Today, uno de los aparatos propagandísticos del régimen de Pyongyang, afirmaba: "Resulta que Trump no es el candidato chiflado e ignorante que dicen que es, en realidad es un político inteligente y profético"
Trump, por su parte aseguró en mayo de 2016 sobre el líder norcoreano: "Me gustaría hablar con él, no tengo ningún problema en hablar con él".
Ojalá la conversación sea previa a la contundencia anunciada hoy por el presidente norteamericano. Se impone la necesidad de un poco de calma y cordura de todas las partes, el tema lo amerita.
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