De los 37 peloteros cubanos que intervendrán en los entrenamientos primaverales de 2017, cerca de la cuarta parte carece de experiencia en Grandes Ligas. Son nueve en total, casi todos muy jóvenes y llenos de ambiciones. Pues bien, uno de esos muchachos, el que primero ascienda al máximo nivel, va a convertirse en el cubano número 200 que juega en la Gran Carpa.
Yandy Díaz, el versátil infielder de Cleveland, estuvo cerca de conseguir el privilegio en la temporada previa, pero finalmente los Indios no lo convocaron. Ahora es uno de los que estará en el Spring Training intentando hacer el grado y, seguramente sin saberlo, entrar en la historia grande del béisbol cubano.
Los otros que gozan de opciones para encarnar “el mágico 200” son los también jugadores de cuadro Lourdes Gurriel Jr (Toronto) y Rangel Ravelo (Oakland); los jardineros Dayron Varona (Tampa) y Alejandro García (Houston); y los pitchers Armando Rivero (Atlanta), Vladimir Gutiérrez (Cincinnati), Carlos Portuondo (Cincinnati) y Yaisel Sierra (Los Ángeles).
Vale recordar que la gloria de ser el centésimo cubano en trabajar allá correspondió al zurdo Marcelino López, quien el 14 de abril de 1963 salió al box de los Filis para enfrentar en Busch Stadium a los Cardenales. Como suelo decir, esa tarde apenas duró un tercio en el montículo, pero terminó de todos modos con un boleto rumbo a la eternidad en el bolsillo.
¿Y quién rompió el hielo? Ese honor recayó en el habanero Esteban Bellán, quien debutó en el remoto mayo nueve de 1873.
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