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José Dariel Abreu, "El Exterminador"

Los números de "Pito" en sus tres campañas en Grandes Ligas son fenomenales

José Abreu, Yasiel Puig y Antonio Muñoz © Luis López/Facebook
José Abreu, Yasiel Puig y Antonio Muñoz Foto © Luis López/Facebook

Este artículo es de hace 7 años

A la vuelta del tiempo y si la salud no lo abandona, José Dariel Abreu tendrá un lugar en los altares de los grandes toleteros cubanos en la MLB: Palmeiro, Canseco, Tany Pérez… Ya va por tres campañas sucesivas de 100 o más carreras empujadas, tiene 91 cuadrangulares, su promedio está un punto por debajo de la mítica barrera de .300, ganó un Bate de Plata, ha sido Rookie of the Year y All Star. ¿Puede pedirse más a un (casi) recién llegado a la Gran Carpa?

El cienfueguero enseñó de qué material estaba hecho desde que llegó. Recuerdo que entonces hilvanó una cadena de 21 juegos seguidos bateando de hit, falló una noche, y después se pasó otros 18 encuentros sin dejar en blanco el casillero de los indiscutibles. Es decir, lo logró en 39 de 40 desafíos, para orgullo del inmortal Joe DiMaggio.

Así sentó sus cartas credenciales. Pasó el tiempo, pasó un águila por el mar y una bandada de jonrones, y ahí está el hombre grande de los Medias Blancas, cada vez más comprometido con un club que cada vez depende más de sus batazos.

Sus estadísticas hablan, sobre todas las cosas, de estabilidad. Es brillante contra pitchers derechos (.305) pero también maltrata a los siniestros (.281). Promedia .315 en su estadio y .285 en los ajenos. Antes de los Juegos de Estrellas exhibe average de .286; después de ellos, .316. Batea .299 como inicialista y .305 en calidad de designado.

Buscando detalles curiosos en sus números, me topo con que del primero al séptimo episodios de los choques ha sido un asesino (por su orden, la secuencia es de .321, .309, .303, .305, .316, .300 y .333), y que el recio pitcheo de los Mets le ha complicado, como ningún otro en las Mayores, la existencia: un hit en 13 turnos oficiales, con seis ponches.

Pito en la campaña anterior no creyó en "teoría del pitcher derecho". Captura de pantalla/Stats.com

A Pito le va mejor de noche (.306) que con el sol afuera (.288); y sobre césped natural (.301) ha lucido mejor que en los partidos sobre superficies sintéticas (.264). Y algo muy llamativo: a despecho de las premoniciones de que no podría enfrentar con éxito los envíos de rompimiento, ha conectado para .312 contra esta clase de monticulistas, y para .276 ante los serpentineros de poder.

¿Podrá este año superar los 36 bambinazos de su temporada debutante? ¿Volverá al All Star Game y a contender por el premio al MVP? Alrededor de un mes nos resta para empezar a leer otro capítulo del paso de José Dariel Abreu por Grandes Ligas.

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