La fisonomía de la Plaza de Armas, uno de los enclaves más hermosos y turísticos de La Habana Vieja, ha cambiado. Ya no hay libreros, de hecho el pasado sábado 4 de febrero entró en vigor una nueva normativa que ha habilitado un espacio especial para sus ventas.
Con el nombre de “Feria de publicaciones y curiosidades”, autoridades locales han acondicionado un nuevo espacio ―apartado y sin techar― en los terrenos de lo que fuera la antigua Casa de Justiz y Santa Ana.
Se trata de un espacio apartado del flujo turístico, que tan conveniente era para que los libreros ejercieran su negocio.
Nadie puede negar que los libreros se habían integrado perfectamente, desde hace muchos años, en la Plaza de Armas. Eso hasta que a alguien le incomodó que allí estuvieran y ha decidido segregarlos y restarles visibilidad.
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