El mánager cubano Carlos Martí se lamentó hoy por las 8 bases por bolas regaladas por los lanzadores cubanos (7, pues una de ellas fue intencional), y aseguró que con ese descontrol no se puede ganar.
“Tantas bases por bolas son demasiado para aspirar al triunfo a este nivel”, dijo Martí tras la derrota ante Israel en la segunda fase del Clásico Mundial de Béisbol.
Sin embargo, culpar a los boletos es quitarle la vista al principal problema del equipo Cuba: su falta de bateo, o más bien, su incapacidad de producir carreras.
En los cuatro partidos que Cuba ha realizado en este Clásico ha anotado 17 veces. De ellas hizo 6 contra China, un equipo demasiado débil al cual pudieron hacerle 14, y eso no hubiera hablado bien de la ofensiva cubana, sino mal del picheo chino, por lo que 6 anotaciones hablan en realidad mal de nuestro bateo. A Japón también le hicieron 6. Sin embargo, de ellas solo una carrera la fabricaron antes de que el choque se fuera de un solo lado, para empatar el juego a 1. Las otras 5 vinieron como para decorar la derrota.
Siguiendo la lógica de este equipo Cuba, que contaba desde antes con perder con Japón y ganarle a China, estos dos partidos eran de puro trámite, y en ellos se hicieron 12 carreras, pero una sola realmente valiosa, la primera que le fabricaron a Japón.
Los partidos realmente importantes para Cuba fueron los dos siguientes, contra Australia e Israel, y en ellos la isla marcó solo 5 carreras, todas empujadas por jonrones de Despaigne.
La única diferencia entre ambos encuentros, y lo que definió que uno terminara con victoria y el otro con derrota, es que el jonrón que conectó Despaigne con bases llenas ante Australia no encontró a nadie en base ante Israel.
En ese último partido, por cada boleto que regalaron los lanzadores, un jugador regular a la ofensiva dejó de producir, más si se tienen en cuenta los 3 emergentes que salieron a batear.
En total, 11 hombres fueron incapaces de traer carreras en ese juego, 8 tampoco lo hicieron ante Australia, y cada uno de ellos tuvo varias oportunidades al bate.
Ante semejante improductividad, la inefectividad de 8 bases por bolas pierde trascendencia, en un juego donde nuestros lanzadores, por cierto, permitieron solo 5 hits y 4 carreras.
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