La Organización Mundial de la Salud ha emitido una recomendación a las personas que viajen al estado de Espíritu Santo en el sureste de la costa Atlántica de Brasil para que se vacunen contra la fiebre amarilla.
En Brasil el virus productor de esta enfermedad se ha diseminado desde el mosquito Aedes aegypti hacia los primates del área rural, y hay personas que se están convirtiendo en hospederos incidentales.
El brote de fiebre amarilla se está moviendo hacia las áreas urbanas y por ello la trasmisión de humano a humano a través de mosquitos puede que ocurra. Esto incrementa la probabilidad de que casos de turistas aparezcan en otros países.
Por ello, los médicos deben estar alertas frente a la fiebre amarilla principalmente en viajeros que han regresado de viajes en áreas afectadas.
La tasa de mortalidad en los casos de enfermedad severa oscila entre 20 y 60 %. Hasta el momento se han confirmado 230 pacientes en estados brasileños, pero hay varios cientos más de pacientes bajo investigación.
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