La nueva etapa de Tu cara me suena, subtitulada Tu cara no me suena todavía, y dedicada a reconocer talentos anónimos, fue un despliegue de cubanía en tanto fueron imitadas, y también homenajeadas, dos de las más grandes artistas que diera Cuba: Olga Guillot y Celia Cruz. Y en esos momentos, se extrañaron las Anécdotas de Lolita, pues seguramente conoció a ambas artistas.
La primera gala de Tu cara no me suena todavía fue ganada por el transformista Cristóbal Garrido gracias a una poderosa imitación de Olga Guillot, la Reina del Bolero, una de las artistas cubanas más amadas y recordadas dentro y fuera de la Isla.
Su singularísimo metal de voz y la sinceridad que comunicaba a boleros como Miénteme, La gloria eres tú, Tú me acostumbraste, o Soy lo prohibido le garantizaron un lugar cimero e indiscutido en la historia de la música cubana. Precisamente Soy lo prohibido fue el elegido por Garrido para empoderarse en la cima del concurso.
Vale recordar que el conocimiento de algunos españoles del legado de Olga Guillot tiene que ver, probablemente, con las muchas actuaciones de la diva cubana en tierras peninsulares a lo largo de cuarenta años, y a la inclusión de la cubana, con esta misma canción, en el conocido álbum titulado B.S.O. Almodóvar, que reúne las más famosas canciones usadas por el realizador en sus películas.
Olga se escuchaba cantando Soy lo prohibido en el corto Trailer para amantes de lo prohibido. Y es que el amor del manchego Pedro Almodóvar por la música cubana también le valió para incluir, por ejemplo, a Bola de Nieve en la banda sonora de La ley del deseo y a La Lupe en la de Mujeres al borde de un ataque de nervios.
Para los cubanos, tal vez lo más sorprendente de la primera gala de Tu cara no me suena todavía, fue no solo la muy correcta, exacta y respetuosa imitación de Olga Guillot, sino que pocos minutos después, apareció nada menos que su contemporánea y amiga Celia Cruz sobre el mismo escenario.
Gracias a Cristina Tarragó, con la canción La vida es un carnaval, en una imitación más cercana a la caricatura y la carnavalización que muchas veces alimenta Tu cara me suena, ocurrió el milagro de que volvieran a coincidir sobre un escenario, Olga Guillot y Celia Cruz, dos artistas enormes de la música cubana e hispanoamericana.
Por si fuera poco, Jesús Durán se convirtió en el cubanazo dicharachero y gozador que es el cangrejo Sebastián, y así y nos recordó a todos la zona más caribeña de La sirenita con la famosa canción Bajo el mar. Lamentablemente quedaron fuera de los finalistas tanto Cristina Tarragó con su Celia, como Jesús Durán con el cangrejo Segastián.
Una de las cuatro plazas finalistas pudo ser para cualquiera de los dos, a pesar de que el jurado y el público vieron mejor, con razón, a Fran Valenzuela haciendo de Alejandro Sanz, y, sin razón, a Nacho Lozano en una desgarbada interpretación de Miguel Bosé. De quedar finalistas todos los "cubanos" imitados, Tu cara no me suena todavía hubiera inaugurado un nuevo estilo de homenaje a los talentos latinoamericanos que muy bien pudiera detenerse luego en los talentazos de México, Argentina, Brasil, Colombia…
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: