Quiso el destino que el 29 de marzo uniera a dos grandes figuras del movimiento deportivo cubano. Dos tricampeones olímpicos y mundiales, excelsas personas, aclamadas y queridas por el pueblo.
Uno, un sabio adiestrador, estratega como pocos; el otro, deportista, de nariz chata, el eterno “Pirolo”. Eugenio George Laffita y Teófilo Stevenson Lawrence hoy estarían de cumpleaños.
El maestro de varias generaciones del voleibol nacional nació en la ciudad de Baracoa, antigua provincia de Oriente. Fue reconocido por la Federación Internacional de Voleibol (FIVB) como el mejor entrenador de equipos femeninos del siglo XX y durante varios años también fue presidente de la Federación Cubana de este deporte, aunque después se mantuvo como asesor de las principales selecciones.
Forma parte del Salón de la Fama del Voleibol desde el 2005 y fue acreedor de condecoraciones como Héroe Nacional del Trabajo y la Orden del Collar Dorado de la FIVB, concedida por la Confederación NORCECA, entre otras distinciones.
Durante décadas dirigió a esas “Espectaculares Morenas del Caribe” ganadoras de tres medallas de oro en Juegos Olímpicos y Campeonatos Mundiales. George falleció, a los 81 años de edad, en la noche del 31 de mayo en lo que constituyó un duro golpe para la familia deportiva del país.
“Teo” vino al mundo en 1952, en Puerto Padre, hoy Las Tunas. Considerado el mejor boxeador amateur de la historia, triunfó en Múnich 1972, Montreal 1976 y Moscú 1980. También sumó otras tres coronas en Campeonatos del Mundo (1974, 1978 y 1986).
Salió victorioso en 301 de los 321 combates que efectuó en casi dos décadas de excelsa trayectoria deportiva. Stevenson fue ese hombre que rechazó lucrativas ofertas para convertirse en profesional, el mismo que tampoco pudo enfrentar al gran Muhammad Ali (Cassius Clay) en la más grande pelea que nunca existió.
El hijo ilustre del Central Delicias nos abandonó el 11 de junio de 2012, pero en sus 60 años de vida pasó de ser aquel niño hiperactivo que tiraba piedras en el poblado La Grúa, a una leyenda inolvidable del Arte de Fistiana.
A George y a Stevenson, no los olvidamos.
(Imágenes tomadas de Amateur Sport y Cubadebate)
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