El Gobierno de Rusia valoró el ataque de Estados Unidos contra base siria como una "agresión contra una nación soberana", según reportó 'BBC Mundo'.
De hecho un portavoz del presidente Vladimir Putin acusó a la Casa Blanca de realizar una maniobra de distracción por las bajas militares "que está causando las operaciones de EEUU en Irak".
El ataque estadounidense "causa un daño significativo a las relaciones entre Washington y Moscú", aseguró Dmitry Peskov.
En este sentido el vocero ruso alertó que el "ejército sirio no tiene armas químicas", una versión defendida por el ministro de exteriores sirio pero diametralmente opuesta a la que expuso el mandatario norteamericano, Donald Trump, desde Mar-a-Lago.
Las diferencias entre Moscú y Washington van más allá de los discursos. De hecho, el secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, acusó a Rusia de ser "cómplice" o actuar de forma "incompetente" al no impedir que Siria usara armas químicas.
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