En una entrevista con el Wall Street Journal que apareció ayer, miércoles 12 de abril, Trump dijo que el cuidado de la salud sigue siendo una prioridad para él, pero que todavía no está decidido si su administración financiará lo que se conoce como reducción de costos, o sea el pago para personas de bajos ingresos.
El presidente aprovechó para hacer una advertencia: si los demócratas no aceptan discutir el tema de la revocación, Trump está dispuesto a que los republicanos recorten algunos subsidios que ahora fluyen a las aseguradoras de salud que ofrecen cobertura a través de los intercambios del Obamacare.
“I don’t want people to get hurt”, ("No quiero que la gente se lastime"), ha dicho el presidente de EE.UU., en un estilo que algunos medios de prensa no han dudado en calificar de “mafioso”, y que en realidad no disimula una amenaza que es más que evidente.
Y añadió:
"Lo que creo que debería suceder ―y sucederá― es que los demócratas empezarán a llamarme y negociar".
Según un estudio de la Henry J. Kaiser Family Foundation, citado por The Huffington Post, sin esos subsidios las aseguradoras tendrían que aumentar las primas en un promedio que rondaría el 19 %.
Ello implicaría que probablemente muchas aseguradoras tendrían que abandonar los mercados por completo.
La amenaza de no reembolsar a las aseguradoras de salud por cubrir a las personas de bajos ingresos, puede ser la jugada maestra que fuerce a los demócratas a ir a la mesa de negociaciones sobre atención médica.
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