Víctor Víctor Mesa enfiló hacia Industriales. Yurisbel Gracial irá a jugar a Canadá. Adrián Sosa lanzará sabe Dios dónde. Por írsele, a Matanzas se le ha ido hasta la mascota, y en el largo rosario de bajas para la próxima campaña no faltará Rogelio García, hasta el año pasado entrenador de pitcheo de la escuadra.
El otrora supersónico derecho le explicó así su salida de la plantilla roja al periódico pinareño El Guerrillero:
“El Gobierno y el Partido en Matanzas me pidieron que continuara por lo menos un año más, pero yo decidí no estar más. No es porque no me sienta bien, yo estoy bien de salud gracias a Dios, sino porque no siento el estímulo de volver a trabajar con Matanzas”.
Líder histórico en ponches en las Series Nacionales, el llamado Ciclón de Ovas aseguró tener las mejores relaciones con el manager saliente de los Cocodrilos, el inflamable Víctor Mesa.
“La amistad con él es ya de años, en el equipo Cuba nosotros éramos compañeros de cuarto y nos llevábamos como familia. Y en Matanzas el trabajo fue espectacular, lo único que faltó fue el campeonato. No sé qué pasaba en esa recta final que no podíamos avanzar y ganar, pero entre Víctor y yo no hay ningún tipo de problema. En esos arranques de él, es más lo que gesticula que lo que dice”.
En torno a la posibilidad de dirigir un día en su tierra natal, García confesó que siempre ha anhelado trabajar para la causa de los verdes. “Lo que más he soñado siempre es estar y ayudar a mi terruño y que este pueda estar nuevamente en la elite del béisbol cubano”.
Sin embargo, en tal sentido dijo preferir un tránsito por etapas, en lugar de “llegar directamente al equipo de mayores. Mejor ir por la pendiente, puede ser un juvenil o un Sub-23. Luego quizás en unos años llegar al equipo grande, siempre he anhelado eso, pero prefiero ir paso por paso, si la provincia así lo deseara, claro”.
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