Panamá (ACAN-EFE).- Según informó ayer el Ministerio de Seguridad Pública, un grupo de 129 migrantes irregulares cubanos que se encontraba en un albergue en la capital de Panamá, fue trasladado ayer mismo a otro ubicado en la provincia occidental de Chiriquí, fronteriza con Costa Rica.
Los cubanos estaban en unas instalaciones de la Pastoral Cáritas y fueron llevados a un albergue gubernamental ubicado en Los Planes de Gualaca, precisó el ministerio en un comunicado.
Se trata de migrantes irregulares que atravesaban el istmo en su viaje hacia Estados Unidos pero quedaron varados en Panamá tras el cambio de la política migratoria estadounidense hacia Cuba.
El traslado a Chiriquí fue anunciado la semana pasada, cuando el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, dijo que los cubanos merecían estar en un albergue con condiciones "más dignas" que las que ofrecía la instalación de Cáritas.
El viceministro panameño de Seguridad Pública, Jonattan Del Rosario, dijo este martes que "los migrantes trasladados recibirán alimentación y alojamiento temporal, mientras se estudia y define su situación", indicó un comunicado oficial.
"Se trata de una medida excepcional aplicable a los migrantes cubanos que fueron censados hoy, quienes quedaron en el país a partir del cambio de política migratoria en los Estados de Unidos de América", precisó Del Rosario, de acuerdo a la información oficial.
Agregó que "las autoridades panameñas continuarán aplicando con rigor las leyes migratorias incluyendo la deportación de aquellas personas que hayan ingresado ilegalmente al país, actuando en el marco del respeto del Derecho Internacional y los derechos humanos".
"Del Rosario reconoció y destacó el respaldo de los estamentos de seguridad que procedieron con la limpieza y clausura de las instalaciones donde se encontraban estos migrantes", añadió el comunicado oficial.
A principios del pasado enero, EE.UU anunció el fin de la política "pies secos/pies mojados", que se adoptó en 1995 y que daba a los cubanos la posibilidad de obtener la residencia permanente un año después de llegar a territorio estadounidense, incluso si lo hacían ilegalmente, siempre que no fueran interceptados en el mar.
El paso de cubanos por Centroamérica es un fenómeno que ha crecido en los últimos años con el deshielo entre La Habana y Washington.
Panamá recibió en 2016 más de 27.000 migrantes irregulares, muchos de ellos cubanos, aunque también haitianos, africanos y asiáticos, que entraron por la selva del Darién, frontera natural con Colombia, en su tránsito hacia EE.UU., según datos oficiales.
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