En declaraciones a CTXT.es, el pianista cubano Alfredo Rodríguez, hijo del popular artista que lleva su mismo nombre, dijo sobre su crecimiento en Cuba: "Fue muy positivo vivir allí tantos años asimilando mis raíces, pero cuando emigras, observas otros puntos de vista y otras maneras de entender el arte, abres más los ojos y tu percepción cambia por completo".
Considerado por muchos un gran arreglista y compositor, Alfredo Rodríguez, quien salió de Cuba hace diez años, expresó también: "En Cuba vivimos en una burbuja y durante 23 años estuve en cierto modo aislado".
Por estos días el pianista se presenta en el Café Central de Madrid, y el 23 de abril ofrecerá un espectáculo en compañía del baterista cubano Michael Olivera, con sorpresas y guiños de su cuarto álbum, que está por lanzarse.
“El espectáculo es muy diferente a mis anteriores visitas a Madrid. Esta vez, además de las canciones cubanas que siempre me acompañan, incluimos temas internacionales: desde The Beatles hasta Michael Jackson, todo a nuestra manera", dijo Rodríguez.
Fue el productor musical Quincy Jones quien le ofreció un contrato en 2006, cuando quedó prendado de su música en el festival de jazz de Montreux, Suiza. De ahí nace su decisión de abandonar la Isla, tres años después, cuando se fue a Estados Unidos a través de la frontera mexicana en la ciudad de Nuevo Laredo.
Sobre el género al cual se ha dedicado en estos años afirma: "No existe música más social que el jazz. Ahora, en Estados Unidos, está muy de moda la fusión entre el jazz y el hip hop, dos ritmos que tienen más en común de lo que puede parecer”.
Alfredo Rodríguez, uno de los exponentes más brillantes hoy de la escena jazzística, ha confesado tener una fuerte conexión con el barroco, con notables influencias de Bach y de la música cubana.
Entre sus discos están Sounds of space, Tocororo y The invasion parade.
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