El presidente venezolano Nicolás Maduro, hizo ayer burlas - incluso homófobas - con respecto al manifestante venezolano cuya foto está circulando por el mundo entero como muestra de las protestas que tienen lugar en el país latinoamericano.
Según los medios, el hombre se había desnudado no para mostrar sus partes íntimas, y no porque tuviera algún problema siquiátrico, sino para que los guardias vieran las multiples marcas en su cuerpo de los perdigonazos que había recibido.
Incluso, sentado en el suelo y con una Biblia en la mano, los guardias venezolanos le siguieron lanzando perdigones.
El hombre, que lloraba por los gases que había inhalado, dijo que "no le dolía más el cuerpo, que el hambre que estaba pasando en Venezuela."
Maduro, en una alocución presidencial, se encontraba hablando de las operaciones quirúrgicas en Venezuela cuando dijo:
"Cualquiera de esas operaciones cuesta en Bogotá un ojo de la cara, y cualquier ojo de cualquier otro lugar (...) o alguno de los ojos que se le vio al desnudo este, pues."
Y entre risas, remató su "chiste".
"Menos mal que no se le cayó un jabón."
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