El clásico cubano de béisbol, en su edición 57, arrancará sofocado por los calores de agosto, el domingo 6, aunque su calendario es todavía una incógnita.
La incógnita es la estrategia mágica que le pone la sal a la temporada cubana de béisbol. Y este año no será distinto.
Según anunció el comisionado nacional, Yovani Aragón, la fecha de inicio es además tentativa, y depende, parece, de los vientos que soplen de aquí a agosto.
Se anunció además que el choque inaugural se realizará en Bayamo, donde los granmenses cambiaron la historia pelotera de su provincia hace unos meses, al convertirse en campeones por primera vez, y a costa de la fuerte tropa avileña, el nuevo poder del béisbol cubano a falta de históricos como Industriales, Pinar del Río, Villa Clara y Santiago, los cuatro grandes de siempre.
Sin embargo, no se sabe quién enfrentará ese día a Granma, pues dependerá de ese calendario misterioso que todavía no se conoce.
Si la 55 fue la serie de los abandonos en masa de nuestros peloteros, la 56 fue, consecuentemente, la más mediocre que se ha visto en décadas.
La 57 no debe ser diferente, y de momento solo un milagro como la resucitación de cadáveres históricos como los cuatro grandes pudiera darle un poco de vida a nuestro béisbol casero, tan grande antes y tan pobre ahora.
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