Una monja japonesa de 42 años de edad quedó detenida este viernes en la Penitenciaría de Agua de las Avispas en la ciudad de Mendoza, situada a unos mil 190 kilómetros al oeste de la capital Buenos Aires.
La religiosa Kosaka Kumiko estuvo prófuga durante 33 días debido a su vinculación en 27 abusos sexuales cometidos en una escuela para niños, informaron fuentes judiciales de la nación sudamericana.
“Soy inocente. Sólo hice el bien”, declaró la monja a las autoridades, entre ellos el fiscal del caso, Gustavo Stroppiana, quien ordenó que Kumiko debe permanecer en el referido centro carcelario para mujeres.
La acusada forma parte de la congregación Nuestra Señora del Huerto y, desde su llegada al Provolo, tuvo a su cargo el cuidado de los 43 niños que en 2007 dormían en el instituto.
Desde ese puesto ejerció, según los testigos, un papel determinante en la trama de abusos. Las víctimas son ahora adolescentes que, poco a poco, se han animado a hablar.
En la causa están implicados también dos sacerdotes y tres empleados administrativos, todos ellos bajo arresto. Ellos son los curas Nicola Corradi y Horacio Corbacho, así como los empleados del instituto Jorge Bordón, José Luis Ojeda y Armando Gómez.
Los abusos habrían sido perpetrados en el instituto Próvolo, especializado en niños que sufren hipoacusia. La investigación se inició a raíz de numerosas denuncias y más de 30 testimonios acusatorios.
con información de El País
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