El doctor Antonio Castro Soto del Valle, de quien se dice es el hombre que realmente mueve las manijas del béisbol cubano en sus asuntos más relevantes, reapareció el pasado miércoles ante la prensa con una profusa barba, a más de seis meses de la muerte de su célebre padre, Fidel Castro, a quien los medios internacionales calificaban con frecuencia “ el barbudo líder”.
El sitio digital “Jit” publicó una foto de “Tony”, como se le conoce en el mundillo del deporte y cultural, en la bienvenida al presidente de la Confederación Mundial de Béisbol-Softbol (WBSC), el italiano Ricardo Fraccari, quien llegó a La Habana para conversaciones con autoridades del deporte local.
El directivo cubano y médico se ha ausentado por largos meses de los espacios deportivos nacionales e, incluso, durante el Clásico Mundial en Japón, en marzo pasado, no fue entrevistado por ningún representante de la prensa cubana en medio de la ola de comentarios por la actuación de la selección nacional.
Puede considerarse que dentro de la pelota cubana es la principal fuente de información al estar encargado por el gobierno de Raúl Castro del diálogo con los representantes de las Grandes Ligas además de encontrarse en el ejecutivo de la WBSC. Es también vicepresidente de la Federación Cubana.
Fraccari designó a Castro Soto del Valle “embajador global” de la WBSC luego de que no fuera incluido en el nuevo ejecutivo de la flamante federación constituida en 2013, cargo que posibilitó al cubano retornar a la cúpula de la entidad de la que había sido tercer vicepresidente.
Según informó “Jit” Fraccari y sus acompañantes abordarán aspectos relacionados con el proceso de clasificación hacia Tokio y con otros proyectos de la WBSC.
Se especula que el directivo europeo podría también dialogar sobre las posibilidades de que Cuba pudiera contar con jugadores que han emigrado con vistas a importantes competiciones internacionales.
Funcionarios beisboleros locales anunciaron recientemente que Cuba tendrá tres posibilidades de clasificación a los Juegos Olímpicos en 2020: la primera sería en los Juegos Panamericanos de Lima en 2019, de ganarlos; la segunda, como mejor clasificado de América en el torneo Premier 12 y la tercera en un torneo Preolímpico de las Américas.
En Tokio competirán seis equipos en el béisbol, tres por América, uno, la sede nipona, y los dos restantes saldrán de las eliminatorias entre Europa y África y Asia con Oceanía.
Según “Jit”,en sus primeras horas en La Habana el federativo italiano ponderó la estrategia de la WBSC para universalizar más sus disciplinas, con certámenes mundiales a partir de la categoría sub-12 años, con relaciones provechosas con los circuitos profesionales y el Comité Olímpico Internacional, y con países de Asia como Japón, Corea del Sur y Taipei de China.
Insistió en la prioridad de contar con una confederación sólida en lo económico luego del retorno del béisbol para hombres (y el softbol para damas) al programa olímpico, aunque su permanencia será analizada al término de los Juegos en Tokio.
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