Mientras parte del equipo de Rápido y Furioso llegó a La Habana para negociar la posibilidad de estrenar la cinta a finales de junio en la isla, Hollywood observa entre signos de incógnita la futura relación de la industria del cine estadounidense con Cuba luego de que alcanzara un auge importante durante la “era Obama”.
"Tendremos que esperar y ver qué sucede con la administración de Trump", dijo la productora cubana Lilianne Rodríguez, en declaraciones recogidas por el sitio Todocuba.org
Rodríguez mostró preocupación por las medidas que pueda tomar Trump hacia Cuba para frenar el acercamiento impulsado por Obama, que posibilitó la grabación de Cuba de numerosas producciones de Hollywood como varias escenas de la octava parte de la saga Rápido y Furioso.
La productora compartió el panel titulado Produced By conference: El mundo entero observa: produciendo para una audiencia global, con ejecutivos de Netflix, Amazon, HBO y Wanda Studios de China y Kathy Petty, de Universal Pictures, empresa que entró en Cuba por la puerta grande con el rodaje de Fast and Furios.
Petty, productora financiera de Universal, recordó que su empresa gastó en Cuba 3 millones de dólares en hoteles y casa y en el alquiler de los llamados almendrones que intervinieron en el filme.
Agregó que trajeron un cargamento de equipo de producción, accesorios, trajes e incluso instalaciones y suministros para la restauración.
Petty explicó que Universal fue la primera empresa en negociar con el Banco Central de Cuba para conseguir acceso a dinero y recursos financieros. “Eran muy complacientes y extremadamente amables y serviciales” dijo,
Donald Trump anunciará su revisión de la política hacia Cuba este viernes en un discurso en Miami, una intervención que ha levantado gran preocupación en los dos países, ya que la mayoría teme que el magnate de marcha atrás al deshielo y vuelva el clima de la Guerra Fría a rodear las relaciones entre ambas naciones.
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