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Fotógrafa canadiense dona patinetas a skaters en Cuba

Norma Ibarra, quien también es una entusiasta practicante de skateboarding en la ciudad de Vancouver, ha manifestado sus intenciones de ayudar a que movimiento de skate florezca en la isla

Fotógrafa canadiense dona patinetas a skaters en Cuba © Cibercuba
Fotógrafa canadiense dona patinetas a skaters en Cuba Foto © Cibercuba

Este artículo es de hace 6 años

La fotógrafa canadiense Norma Ibarra llegó a Cuba para dejar testimonio de la práctica del skateboarding y donar monopatines a los seguidores de esta arriesgada disciplina deportiva.

En Cuba el skateboarding nació como un deporte subterráneo pero ha cobrado popularidad entre los adolescentes y jóvenes, especialmente de la capital cubana. El auge de esta disciplina, que ha contado en la isla con el apoyo de la marca Red Bull, ha llevado a que instituciones deportivas no le sigan dando la espalda a sus practicantes.

Norma Ibarra, quien también es una entusiasta practicante de skateboarding en la ciudad de Vancouver, ha manifestado sus intenciones de ayudar a que movimiento de skate florezca en la isla, según el sitio CBS News.

"Los niños tienen que esperar a gente de todo el mundo para traer cosas para que puedan patinar, los niños que quieren entrar en ella tienen que esperar hasta que alguien decida darles una patineta”, indicó.

Ibarra espera llamar la atención de las autoridades para que construyan parques donde los jóvenes puedan practicar este deporte sin restricciones. En Cuba apenas hay instalaciones que permitan desarrollar el skateboarding con las condiciones mínimas requeridas, un desafío que Ibarra espera vencer con el apoyo de la comunidad de skate de Vancouver.

Los equipos necesarios para un skater son muy costosos y no se venden en la isla. Los practicantes utilizan generalmente viejas patinetas que solo pueden renovar gracias a la ayuda de algún familiar que viaje o de alguien que las compre fuera de Cuba.

“Es una práctica muy costosa, pero nosotros nos la arreglamos como sea. A veces nos prestamos los patines o los vamos apuntalando en el camino con nuestros propios recursos. Obviamente no podemos utilizar los mismos equipos de un skater de otro país pero no dejamos de hacerlo con ganas”, dijo a Cibercuba Yomel Díaz, de 19 años, quien empezó a incursionar en este deporte en la esquina de 23 y G en el vedado capitalino.

Ibarra donará sus equipos principalmente a muchachas que se dediquen a esta disciplina. “No somos muchas, pero estamos a la altura de cualquier hombre que lo practique,” dijo sonriente una chica skater que prefirió el anonimato. “Mi patineta la puedo cambiar casi todos los años cuando viajo con mi madre, que es ciudadana española, a Estados Unidos “, agregó.

La fotógrafa canadiense espera continuar promoviendo los vínculos entre los skaters de Vancouver y la isla y ya reconoce que su trabajo ha dado frutos.

"Los desafíos, y las recompensas que obtienes cuando sabes que estás progresando, es realmente bueno", concluyó.

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