La entrega del Premio Donostia, por los logros de toda la vida, se hará efectiva el 26 de septiembre, en el marco del más importante festival internacional que ocurre en España, donde se presentará también el más reciente filme protagonizado por Darín, La cordillera, de Santiago Mitre, un thriller donde el actor interpreta a un ficticio presidente argentino.
En ese mismo mes, es decir en septiembre, Darín presentará en la escena madrileña Escenas de la vida conyugal, y rodará el nuevo filme, hablado en español, del célebre iraní Asghar Farhadi junto a Penélope Cruz y Javier Bardem.
El intérprete de títulos tan celebrados como Nueve reinas, El hijo de la novia o El secreto de sus ojos, recibirá la distinción en una gala que le permitirá a Darín integrar el selecto grupo de intérpretes hispano-hablantes que han recibido este galardón de honor: Fernando Fernán-Gomez (1998), Francisco Rabal (2001), Antonio Banderas (2007) y Carmen Maura (2012).
Ricardo Darín tiene una magnífica relación con el Festival de San Sebastián, al que ha acudido muchas veces. En 2012 formó parte del jurado oficial que otorgó la Concha de Oro a En la casa, de François Ozon, y tres años después, recibió la Concha de Plata al mejor actor, junto con Javier Cámara, su compañero de reparto en la emocionante Truman (2015), de Cesc Gay.
El actor bonaerense jamás estudió interpretación, pues su única escuela fueron sus padres, también actores, y la calle. Con cinco años participó en varias series televisivas, y su carrera cinematográfica se inició en 1979 con la musical La playa del amor, de Adolfo Aristarain. Con este último repitió en The Stranger (1987), y también trabajó con Alberto Lecchi (Perdido por perdido, 1993) y Eduardo Mignogna (El faro, 1998).
Alternó televisión y teatro, y en 1999 fue dirigido por primera vez por uno de sus directores-talismán, Juan José Campanella, en El mismo amor, la misma lluvia (1999). Después llegaron El hijo de la novia (2001), que optó al Oscar a la mejor película extranjera, Luna de Avellaneda (2004) y El secreto de sus ojos (2009), que sí logró la estatuilla de Hollywood, las tres dirigidas por Campanella.
Debido a su vinculación profesional con España, el Gobierno le concedió la doble nacionalidad en 2006, año en que trabajó a las órdenes de José Luis Cuerda en La educación de las hadas. Sin duda, entre los directores españoles que más partido han sabido sacar de Darín figura Cesc Gay, que le dirigió en Una pistola en cada mano (2012), y en la mencionada Truman.
Entre los múltiples personajes que ha interpretado, el Festival quiere recordar al ladrón legendario de El baile de la victoria (Fernando Trueba, 2009); al dueño de la ferretería de Un cuento chino (2011) de Sebastián Borenzstein; al abogado sin licencia de Carancho (2010) y al cura de Elefante blanco (2012), de Pablo Trapero; y sobre todo al ingeniero de explosivos enojado con la burocracia de Relatos salvajes (Damián Szifrón, 2014).
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: