El Gobierno de Corea del Norte defendió que Otto Warmbier, estudiante estadounidense fallecido, recibió "tratamiento médico, cuidados con toda sinceridad y conforme al derecho humanitario hasta su retorno a Estados Unidos, cuando su salud empeoró".
Así lo recogió 'Europa Press' en unas declaraciones emitidas por Pyongyang este viernes. "Aunque no había motivo alguno para demostrar piedad hacia semejante criminal de un estado enemigo", aseguró el Ministerio de Exteriores norcoreano a través de un comunicado.
Warmbier entró en estado de coma mientras se encontraba arrestado por las autoridades de Corea del Norte por "robar carteles de propaganda". Este hecho le llevó a ser condenado a 15 años de cárcel.
En este sentido los médicos de Estados Unidos no comparten la versión de que el joven entró en coma a causa del "botulismo".
Esta muerte ha incrementado la notable tensión que viven las relaciones entre Washington y Pyongyang, incluso el presidente Donald Trump y el senador John McCain acusaron de asesinato al régimen de Kim Jong Un.
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