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Gilda Casanova, una gacela tras el esplendor de Ana Fidelia Quirot

Sus marcas la tienen como una corredora de nivel centroamericano, sin embargo, sus test de fuerza, velocidad y resistencia la colocan cerca de los 51 segundos.

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Foto © Juventud Rebelde

Este artículo es de hace 6 años

Actualmente, los 400 metros planos, sector femenino, tienen un único nombre en el panorama convencional en Cuba. Gilda Casanova, a sus 21 años de edad, domina sin dificultades en los eventos domésticos, pero se encuentra lejos de la élite del orbe. Sus marcas la tienen como una corredora de nivel centroamericano, sin embargo, sus test de fuerza, velocidad y resistencia y sus proyecciones personales la colocan más temprano que tarde cerca de los 51 segundos en la vuelta al óvalo.

Casanova, pequeña y menudita, le contó a CiberCuba sus principales debilidades, las cuales obligatoriamente debe limar para cumplir cada uno de sus deseos. “Debo mejorar el braceo, porque trabajo mucho a pierna, aunque ahora mismo estoy intentando solucionar este problemita. Antes también tenía mis fallas en el corrido de las
curvas, pero con mucho ahínco pude solucionar este hándicap”.

Durante la última edición del Memorial Barrientos, organizado en el Estadio Panamericano, localizado al este de la capital cubana, la santiaguera dobló recorridos y finalizó primera sumando cuatro hectómetros y segunda en los 800 metros. “Físicamente he mejorado mucho, porque como he corrido 800 en los últimos meses, esto ha aumentado mi resistencia a la velocidad”.

A pesar de esos resultados, su temporada 2017 cerrará bien pronto. Los objetivos no serán cumplidos debido a que la idea era ir al mundial de Londres, Reino Unido, pero las cosas no salieron bien al principio. “Creo que lo mejor es proyectar los entrenamientos y las competencias para el año venidero, cuando, incluso, serán los Juegos Centroamericanos y del Caribe”, señaló la indómita al respecto.

“Ya es muy tarde para buscar la marca mínima exigida por la IAAF en los 400, que es mi mejor distancia”, explicó. “Yo estoy deseosa de bajar de los 52 segundos, ansío correr 50 ya, pero esto es paso a paso, me quedan dos Juegos Olímpicos”, añadió fluidamente esta jovencita, que buscará subir el podio de premiaciones en Barranquilla 2018, en Lima, Perú 2019 y estar presente en Tokio 2020. Esas son las metas y ella intentará cruzarlas rauda y veloz, como fiel seguidora que es de su coterránea Ana Fidelia Quirot, nuestra enorme “Tormenta del Caribe”.

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