Cartagena, 6 jul (EFE).- "Diario de seis días, un fotógrafo en La Habana" es el título de la muestra del fotógrafo español Juan Manuel Díaz Burgos que puede verse desde hoy en Cartagena (Murcia, España) con fotos que realizó entre el 25 de noviembre de 2016 (día en que murió Fidel Castro) y el 30 de ese mes.
En el marco de La Mar de Músicas, la Facultad de Ciencias de la Empresa de la Universidad Politécnica de Cartagena alberga hasta el 31 de agosto una muestra del cartagenero, premio Bartolomé Ros de PhotoEspaña 2017 a la mejor trayectoria, al que la muerte de Castro sorprendió en La Habana, de la que expone 37 imágenes en blanco y negro.
Durante un pase a la prensa previo a la inauguración, Díaz Burgos ha recordado que a pesar de ser un visitante asiduo a la isla, que suele recorrer una vez al año, fue una casualidad que estuviera en La Habana en ese momento histórico.
Habían transcurrido cuatro años sin poder visitar Cuba debido a diversos proyectos y cuando solo estaba una semana allí, murió el expresidente cubano, por lo que fue uno de los pocos fotógrafos europeos que estaba en la ciudad en aquel momento, ha contado.
Cuando conoció que Fidel Castro había fallecido, salió a la calle para captar con su cámara cómo vivía la sociedad cubana su muerte y escribió un diario en el que relata los seis días camino de Santiago de Cuba, donde reposan las cenizas de Castro, en el que destaca la "normalidad y tranquilidad" con la que siguió la población viviendo aquellos días.
De su trabajo esas jornadas, se han seleccionado imágenes y editado una publicación con una mayor muestra de fotografías y extractos de su diario, aunque aún "quedaron muchísimas fotos sin publicar".
Entre las instantáneas seleccionadas, ha destacado una en la que se refleja la llegada de la prensa a los puntos de venta, hacia el mediodía, y otra de la comitiva de despedida, que tomó en el Malecón de La Habana cuando partían los restos de Fidel Castro hacia el cementerio de Santiago.
Ha explicado que desde el primer momento estuvo seguro de la localización desde la que quería tomar esa imagen, ya que es el lugar al que llegó Castro a Cuba en 1959 y porque el primer trabajo de Díaz Burgos en La Habana fue sobre el Malecón.
También ha destacado el silencio que reinaba al paso del desfile. "Me conmovió", ha reconocido, al tiempo que ha hecho hincapié en que ha intentado reflejar esa solemnidad en sus fotografías.
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