Cubana por decisión y adopción, Aurora llegó a la Isla en brazos de su madre, a bordo del barco Reina del Pacífico. Desde pequeña, cantaba dúos con su madre en las Romerías gallegas celebradas en La Tropical y recibió clases de declamación en el Centro Gallego de La Habana.
Muy joven se presentó a un casting en programas radiales subsidiados por la firma Crusellas y Compañía, la aceptaron y tuvo que ir a firmar el contrato con sus padres, porque tenía solo 14 años. Más tarde se graduó de bachiller en Ciencias y Letras, mientras trabajaba como actriz en la radio y televisión porque el ascenso de Aurora fue rápido, gracias a su elegancia natural y a una de las voces mejor timbradas de los medios cubanos.
Rápidamente se incorporó a la televisión, y desde 1955 trabaja en el personaje de Purita de A reírse rápido, uno de los programas más populares en tanto contaba con Guillermo Álvarez Guedes y Minín Bujones. En 1952 es seleccionada por la CARTV como la artista novel, y en 1953 se alza con el premio Talía de teatro. Hubo un tiempo en que Aurora Pita interpretaba en el canal 4 el personaje de Carmelita, en la telenovela México indómito; mientras por el 6 hacía de la guajirita Merced y más tarde en la noche, se convertía en la espía Mata Hari. También trabajó en programas como Rita y Wily y Cascabeles Candado.
Triunfa la Revolución y Aurora es de las actrices, famosas en los años cincuenta, que decide permanecer en Cuba, junto con Rosita Fornés, Verónica Lynn, Odalis Fuentes, Maritza Rosales, Margarita Balboa, María de los Ángeles Santana y Natalia Herrera, todas ellas incluidas en un documental de homenaje titulado Divas, que dirigió Adolfo Llauradó ya en los años noventa.
En los años sesenta y setenta se hizo famosa en papeles protagónicos en el espacio Aventuras: Los Vikingos, con Luis Alberto Ramírez, y Enrique de Lagardere, junto a Miguel Gutiérrez, se cuentan entre las más recordadas. El espacio Grandes novelas también contó con su talento en títulos como El alma encantada, entre muchos otros.
También fue figura estelar en el espacio Teatro ICR donde interpretó incontables clásicos de la escena mundial. La actriz recuerda con devoción cuando interpretó a reinas como Clitemnestra, o Isabel I, en la obra María Estuardo, bajo la dirección de Roberto Garriga, y se afeitó las cejas y una franja de cabello para ampliar la frente, y todo eso para un programa que que salía una sola vez, en vivo.
Al mismo tiempo, sigue haciendo teatro. Protagoniza La importancia de llamarse Ernesto, dirigida por Rubén Vigón, y con el grupo teatral La rueda protagonizó El hombre en la piel de víbora, con Tomás Milian.
Aurora Pita nunca conoció declive, pues ya mayor, interpretó papeles adecuados a su distinción y edad, en telenovelas de tanto éxito como Sol de Batey, donde le dio vida a Doña Gertrudis de Sandoval y Santa Cruz, símbolo de la aristocracia criolla.
Y tal vez su mejor papel fue el de la gallega Catalina, en clave de comedia bufa, en la telenovela El año que viene, de Héctor Quintero, que le permitió exteriorizar sus emociones respecto a sus ancestros gallegos.
Siempre trabajando, sobre todo en Radio Progreso, en los programas Estudio cuatro, La Novela de las dos y Tu Novela de Amor, Aurora ha recibido infinidad de galardones a lo largo de carrera: Artista Emérita de la Radio y la Televisión de Cuba, ocho premios Caricato, Reconocimiento Don Miguel de Cervantes y Saavedra entregado por la Federación de Sociedades Españolas, por toda una vida dedicada al arte escénico, y por dibujar la imagen real de la emigrante española en Cuba, y la Orden por la Cultura Nacional, entre otros.
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