Sarah Cummins y Logan Araujo decidieron cancelar su boda una semana antes de que se produjese, después de haber contratado gran parte de los servicios necesarios, entre ellos el banquete.
Luego, al comprobar que no podían solicitar la devolución de los 30.000 dólares de costo del el banquete, decidieron que personas sin hogar disfrutasen de la fiesta con capacidad para 170 invitados.
Los asistentes fueron recibidos por la madre y las damas de honor de la novia. "Para mí, fue la oportunidad de permitir que estas personas supieran que merecían estar en un lugar como éste al igual que el resto de la gente", señaló Cummins a The Indianapolis Star.
Además, algunos negocios y vecinos de la zona se unieron a la iniciativa de la exnovia y donaron ropa y otros objetos para los invitados.
Por otro lado, Cummins aseguró desconocer qué hará con su vestido de bodas.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: