En el transcurso de 2017 ha bajado notablemente el nivel de agua en los embalses de la provincia de Guantánamo. La escasez de lluvias en la cuenca de los ríos que abastecen a los embalses ha traído como consecuencia que en comparación con principios de año ―en que el volumen de agua ascendía a 140 millones 298 mil metros cúbicos (m3)― el contenido haya mermado en casi 30 millones de m3, de acuerdo con un reciente informe emitido por la Dirección Provincial de Recursos Hidráulicos (RH).
En estos momentos, la situación indica que el porcentaje de llenado de los embalses en Guantánamo bajó del 45,76 % hasta apenas el 32 %, según destacan medios de prensa en la Isla.
Esa media bajísima sólo es superada en el territorio cubano más al Este de La Habana por las presas Los Asientos y Pozo Azul (ambas en el valle de Caujerí), Faustino Pérez (abastecedora de esta ciudad) y muy levemente (34,38 %) Jaibo, la segunda mayor del territorio.
La de mayor capacidad de almacenamiento (La Yaya, concebida para 160 millones de metros cúbicos), llegó a estar en tan mala situación ("volumen muerto") que para suministrar agua al sur de la ciudad de Guantánamo, Recursos Hidráulicos tuvo que instalar una conductora que toma las aguas de la estación Bano, ubicada en el extremo opuesto de la sexta ciudad más poblada de Cuba.
En lo que va de agosto, las lluvias se comportan en Guantánamo al 31 %, y el acumulado del año no es muy favorecedor. A lo anterior se suma también una depresión en las fuentes de agua subterránea.
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