La sudafricana Caster Semenya parece que se obsesionó con el récord mundial de los 600 metros de la cubana Ana Fidelia Quirot, el último que quedaba para una mujer de la isla en un listado mundial (aunque esa distancia no se reconoce como oficial) y pidió a los organizadores del torneo de Berlín que le cambiaran la prueba de los 800 metros donde es campeona del mundo, por el tramo de 200 menos pues estaba segura que podría quebrar la marca.
Así fue. Los organizadores la complacieron (una buena pincelada para el espectáculo) y Semenya marcó 1.21,77, casi un segundo mejor que el tiempo hasta ese día intocable de la cubana de 1.22.63 establecido el 25 de julio de 1997 en Guadalajara, habitual cuartel general de la selección cubana en España.
La segunda clasificada, la estadounidense Ajee Winson, también superó la plusmarca anterior, con 1.22.39. La burundesa Francine Niyonsaba, medalla de plata en los 800 metros de los Juegos de Río 2016 y en los Mundiales de Londres de hace pocos días, fue tercera (1.23,18).
Berlín era un sitio especial para la africana. Allí venció en 2009, en la misma pista en la que compitió este domingo y ya desde entonces su aspecto físico llamó la atención. El diario español “As” recordó que algunas de sus oponentes la rechazaron, como la italiana Elisa Piccione Cusma que dijo: “Para mí no es una mujer; es un hombre”.
La IAAF abrió una investigación médica que la tuvo apartada del atletismo durante casi un año, hasta que un equipo de expertos determinó sin lugar a dudas que podía competir en el sector femenino.
El récord mundial de Ana Fidelia fue logrado en la época de su “resurrección” luego que en enero de 1993 estuvo a punto de perder la vida por las graves quemaduras que sufrió en su casa en La Habana. A 10 meses de aquella tragedia, ganó la medalla de plata en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Ponce (Puerto Rico), en 1995 logró el oro en el Mundial de Atletismo en Gotemburgo (Suecia) lo que repitió en Atenas-1997, siempre en 800metros. En los Juegos Olímpicos de Atlanta en 1996, obtuvo plata.
Ya en este tramo final de su carrera también tuvo que enfrentar el desafío de otra fornida africana, la mozambicana María Mutola, principal coach y mentora de la Semenya.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: