El Gobierno de Sudáfrica envió la semana pasada 340 militares con destino a Cuba para completar su formación, según la información proporcionada por el portal digitial 'DefenceWeb'.
Este viaje, que se enmarca dentro de la cooperación militar que mantienen ambos países, contó con un vuelo de regreso a territorio africano en el que participaron 250 asesores de la Isla. Los servicios de estos representantes de La Habana supondrán un coste de 1.077,178,20 dólares para la Fuerza de Defensa Nacional de Sudáfrica (SANDF, por sus siglas en inglés).
La citada fuente también desveló que el jefe del SANDF, el general Solly Shoke, fue el encargado de volar hasta la mayor de las Antillas para estar presente en la graduación de oficiales que cursaron estudios en Cuba.
Según la fuente se graduaron, bajo las especialidades de control de tráfico aéreo y técnicas de radiocomunicaciones, hasta 10 integrantes sudafricanos en el Instituto Técnico Militar José Martí. Otros 10 oficiales lo hicieron en la Escuela Inter Armas José Maceo de Santiago de Cuba, tras recibir tres años de formación en las especialidades de tanques y transportes de motorizados.
Vuelo de un avión militar en julio
El pasado martes, la ministra de Defensa y Militares Veteranos de Sudáfrica, Nosiviwe Mapisa-Nqakula, explicó el motivo del viaje a la Isla de un avión militar C-130BZ en julio.
La representante del ejecutivo sudafricano confirmó, en declaraciones recogidas por el citado medio, que formaba parte de "la operación de entrenamiento que realizan en la Isla el personal de la Fuerza Aérea".
"El objetivo principal era asistir a los miembros del Ministerio de Defensa y la SANDF que habían completado la formación en Cuba, y que fueron repatriados con todo su equipaje utilizando el avión C-130", afirmó la titular de Defensa mediante una carta dirigida al Parlamento del país.
Esta misiva se produjo después que el pasado 16 de agosto el dirigente opositor del partido Alianza Democrática y parlamentario, Kobus Marais, pidiera explicaciones sobre el vuelo del avión de la Fuerza Aérea SA 28 C-130BZ con el objetivo de "transportar electrodomésticos y otros equipos a Cuba".
La explicación oficial llegó con una respuesta basada en la eficiencia económica. "Fue financieramente prudente transportar en el mismo vuelo el equipaje del contingente cubano, en lugar de que el avión volara vacío hacia Cuba", dijo Nosiviwe Mapisa-Nqakula.
La mercancía que fue enviada habría sido comprada en Sudáfrica por mecánicos y técnicos militares cubanos que forman parte de la Operación Thusano.
En este sentido, la dirigente respondió a Marais que el coste del vuelo fue el equivalente a 255,893.31 dólares, mientras que el combustible y manejo de la aeronave alcanzó los 129,666.67 dólares.
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