"Todos los días intento mejorar y aprender". Esa es la filosofía del habanero Odrisamer Despaigne, quien entrado en los treinta años se mantiene en pie en las Grandes Ligas. Es cierto, su presencia en las Mayores ha sido algo inestable: unas veces mal, otras bien, en ocasiones regular, pero sigue ahí, batallando.
"Creo que es sólo cuestión de confianza. Ahora mismo me siento muy bien y he ayudado también desde el bullpen", manifestó el capitalino a Mlb.com sobre sus últimas presentaciones.
Actualmente, es uno de los lanzadores de los Marlins de Miami. Y no solo eso, su importancia dentro del cuerpo de pitcheo ha ido creciendo conforme ha pasado el tiempo. Por ejemplo, durante la noche de la pelea entre Mayweather y McGregor, Despaigne se subió a la lomita de los suspiros y cumplió como abridor.
Ante la oposición de los Padres de San Diego, el cubano tiró seis entradas de apenas una carrera, la cual, para el bien de su PCL, fue sucia. "Me he superado en todos los aspectos, tanto físico como mental, y sobre todo no he perdido las ganas de jugar béisbol".
Hasta el momento, se siente bien en una franquicia que lo acogió cuando parecía que los sueños se desvanecían. "Aún no estamos en zona de playoff, pero el equipo está jugando bien; queremos seguir así y aprovechar el momento".
Sobre el grupo que lidera el mismísimo toletero Giancarlo Stanton, el antillano opinó: "Lo que está reinando ahora mismo es la alegría, las ganas de divertirnos y la unión. Eso se ve reflejado en los resultados", dijo el oriundo de La Habana Vieja.
Con información de Mlb.com.
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